El empresario Mahmoud Ali, de 54 años, asegura que al colocar una frase del Corán en la fachada de su mansión (valorada en 1,2 millones de dólares) en la ciudad británica de Newport,
lo que pretendía era bendecir su casa. Sin embargo, las letras verdes de 60 centímetros atrajeron la atención de las autoridades, que calificaron la cita del Corán de publicidad "similar a la de McDonald’s o de Marks&Spencer" y le exigieron que retirara la inscripción.
Según los miembros del consejo urbano de Newport, Ali no tenía permiso gubernamental para colgar lemas islámicos en pleno centro de la ciudad. En concreto, subrayan que "una casa privada no es una mezquita", donde -aclaran- "estos símbolos sí están permitidos"
El vecino millonario, que ya ha presentado una denuncia contra el gobierno local, insiste en que las autoridades no tienen derecho a intervenir en su propiedad privada. Asimismo, Ali dijo que a él también le molesta ver en cada esquina la bandera de San Jorge -cruz roja sobre fondo blanco-, emblema de Inglaterra.