“Birmingham solía ser un centro industrial con muchas familias de clase trabajadora, pero esos trabajos ya no existen. Así que supongo que la pobreza simplemente crea más pobreza y la población crece, pero el número de viviendas no. Ha llegado hasta el punto en que se desborda y no hay más remedio”, dijo el gerente de un hostal benéfico, Gayle Parsons.
En vista del creciente desempleo, se necesitan cada vez más hostales como el que maneja Gayle. Porque para la creciente comunidad de los sin techo, la ocupación de las 12.000 viviendas abandonadas ya no es una opción. Antes de la llegada del invierno, con una nueva ley del Parlamento británico que penaliza las ocupaciones, esta contravención civil pasó a ser un delito. Y dormir en la calle es lo único que les queda.
“Uno no sabe quién podría estar hurgando en sus bolsillos o pasando por tu lado, yo podría estar durmiendo junto a la pared, algún drogadicto podría acercarse a mí, vomitarme encima, todas estas cosas horribles, entiende... Y el frío es insoportable, sobre todo en esta época del año”, destacó Matthew, una de las tantas personas que se quedó sin hogar.
Mat, de 21 años, abandonó su casa familiar donde que llegó a las manos con su padrastro. Tuvo que dormir a la intemperie antes de conseguir un albergue de emergencia en un hostal de Birmingham. La organización benéfica que lo mantiene ayuda a cualquier indigente a encontrar trabajo y levantar cabeza.
“Siempre estoy buscando empleo porque ahora estoy parado. No tengo trabajo estoy tratando de conseguirlo”, agregó.
Daniel está en el albergue por segunda vez en tres años. Al crecer en una institución de acogida temporal y a menudo quedándose sin ella, siempre ha luchado por tener un techo sobre su cabeza.
“Uno tiene que hacer lo que sea para encontrar un lugar para dormir, dinero, ayuda y apoyo. Lo más aterrador es despertarte sabiendo que todo eso te toca de nuevo”, contó.
Con los recortes presupuestarios que el Gobierno británico tiene previstos para abril y la escalada de la crisis inmobiliaria, parece que más y más ciudadanos del Reino Unido se van a encontrar en este callejón sin salida.