Los motivos exactos que empujaron al predicador Fayhan Al Ghamdi
de Arabia Saudita a violar y torturar a su hija Lama hasta la muerte aún se desconocen. En una entrevista con una cadena saudita, el hombre afirmó que dudaba que fuera virgen, y la obligó a someterse a una inspección médica.
En diciembre de 2011, Lama fue trasladada al hospital con múltiples heridas. Fayhan Al Ghamdi le rompió a su hija el brazo izquierdo, varias costillas, le provocó una fractura craneal y hasta la quemó con una plancha. Randa Kalee, empleado del hospital, denuncia que la chica tenía la espalda rota y que había sido violada "por todas partes". Fayhan Al Ghamdi ha confesado que sometió a la niña a descargas eléctricas y usó un bastón para infligir heridas a la menor.
Según la decisión de la Corte, el predicador tiene que pagar, el 'deya' o 'dinero de sangre', un indemnización que, según una polémica ley islámica, puede ser pagada cuando se trata de muertes por error.
La madre de la chica no entiende cómo en este caso puede tratarse de un error y tiene intención de apelar "para lograr una sentencia justa". La mujer ni siquiera se prestó a negociar la cuantía de la multa, ya que exige que el agresor "como poco pase el resto de su vida en la cárcel", según uno de sus abogados.