Tras un largo y encendido debate que duró alrededor de seis horas, la Cámara de los Comunes aprobó la legalización por 400 a favor contra 175 votos.
La iniciativa provocó una división entre los conservadores, varias decenas de los cuales votaron en contra o se abstuvieron ante el plan defendido por su líder, el primer ministro David Cameron.
La propuesta pasa ahora a fase de enmienda y deberá ser aprobada en la Cámara de los Lores antes de que entre en vigor, algo que el primer ministro conservador prevé para el 2014.
El plan del Gobierno británico es que los gays y lesbianas puedan casarse desde 2014 en Inglaterra y Gales (Escocia e Irlanda del Norte tienen competencias transferidas) en ayuntamientos y templos religiosos que lo autoricen, pero nunca en iglesias anglicanas.
La iniciativa ha encendido una polémica, que desde hace meses sacude al país, siete años después de que el Reino Unido legalizase las uniones civiles entre parejas del mismo sexo.