El corazón de la niña cesó de latir inmediatamente después de ser extirpado, aunque lo habitual es que lata unos minutos más.
Desde la infancia la niña ha sufrido numerosas enfermedades, incluyendo afección cardíaca y parálisis cerebral.
Además, la niña nació diez semanas antes de tiempo
y pasó los primeros dos meses de su vida con alimentación asistida. Cuando tenía solo ocho meses, los médicos le implantaron su primer marcapasos cardíaco.
A la edad de doce Jessica sufrió su primera apoplejía. Su grave estado de salud afectó negativamente al funcionamiento del corazón y el marcapasos dejó de ayudarle.
Lo único que podía salvar la vida de Jessica era un trasplante cardíaco. Por suerte sus padres la llevaron al hospital de Freeman en la ciudad de Newcastle, en el condado de Yorkshire, donde los doctores realizaron la operación.
En la mesa de operaciones la niña estuvo al borde de la muerte ya que su corazón cesó de latir cuando los doctores empezaron a extirparlo. "Su corazón estaba en las últimas. Ella no hubiera vivido mucho. El trasplante llegó en el momento justo. Es afortunada", dijo el cirujano Asif Hasan. Ahora Jessica se recupera de la operación y pronto volverá a ir a la escuela.