La víspera del asesinato el detenido dijo a sus tres hijos que se quedaran en sus habitaciones, encerró a su esposa en el dormitorio y la apuñaló hasta la muerte. Luego desmembró su cuerpo valiéndose de un hacha y de una sierra.
El hijo del homicida, de 15 años de edad, logró escapar de la casa y avisó a la policía de lo sucedido. Los agentes de seguridad sorprendieron al asesino en el patio, donde ya había cavado un hoyo y estaba a punto de enterrar el cuerpo de su esposa envuelto por una bolsa de plástico.
El detenido confesó que tenía planeado llevar la cabeza de su esposa a la ciudad de KwaZulu-Natal, donde realizaría un ritual mágico 'muti', pues estaba seguro ello que atraería a la riqueza de esa forma, aclaró el capitán de la policía local, Alfred Nakana.
Las autoridades locales instaron a los residentes a no linchar al autor de macabro asesinato y a que esperen el veredicto de la justicia.