Tomaron sus huellas dactilares, lo fotografiaron e interrogaron, dijo su madre, Nakicha Gilbert, al diario ‘The Washington Post’. Nakicha declaró que tenía la sensación de que la gente pensaba que su hijo portaba "un arma de verdad” y que “estaba listo para matar a todos los que se encontraban en la escuela", cuando en realidad fue todo muy distinto.
"Era de juguete", señaló la madre, que agregó que el muchacho no era consciente de que había hecho algo malo. Insistió en que su hijo, que sufre de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, fue obligado a responder a preguntas sobre los derechos Miranda, advertencia que debe darse a un imputado bajo custodia policial en EE.UU. Además, actualmente sus movimientos son monitorizados por un funcionario que vigila a personas en libertad condicional y tiene cita para presentarse por segunda vez ante un tribunal para afrontar cargos delictivos.
“¿Cómo se puede pasar de una pistola de juguete a un cargo penal y a un funcionario de vigilancia?", se pregunta Tina Hone, fundadora de la organización Coalition of the Silence (Coalición del Silencio), cuyo cometido es asistir y apoyar a estudiantes con pocos recursos económicos, especialmente a escolares latinos, afroamericanos y alumnos con discapacidades.
¿Cómo se puede pasar de una pistola de juguete a un cargo penal y a un funcionario de vigilancia?"
Además de la detención y acusación, el pequeño fue expulsado temporalmente de la escuela durante seis días y recibió una recomendación de expulsión permanente. Actualmente asiste a clase en otro colegio.
En las últimas semanas, a raíz de la matanza en la escuela primaria de Sandy Hook, en el estado de Connecticut, se han dado numerosos incidentes similares a los del estudiante de Virginia en distintos puntos del país.
En enero, una escolar de cinco años de Pennsylvania fue expulsada temporalmente de su jardín de infancia debido a que la administración observó en su actitud y sus palabras una "amenaza terrorista". A inicios de febrero, otro niño de tan solo 6 años en Carolina del Sur también fue expulsado por llevar una pistola de juguete a la escuela.