Está previsto que los siete jóvenes sean ejecutados este martes por un delito que presuntamente cometieron cuando eran menores de edad, una pena prohibida, según la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
“Vivimos en una sociedad medieval, aunque estemos en los albores del tercer milenio”, dijo el director de la Asociación por los Derechos Civiles y Políticos en Arabia Saudita, Mohammad al Qahtani, en conversación telefónica con el diario español ‘El País’. Al Qahtani explicó que estas personas “no han tenido acceso a un abogado, ni un juicio justo". "Les han intimidado y torturado para que confiesen”, agregó.
Los siete jóvenes, condenados por una serie de atracos a joyerías y detenidos entre 2005 y 2006, serán decapitados a espada. A continuación se procederá a la crucifixión de Sarhan al Mashayekh, supuesto líder del grupo.
Los defensores de derechos humanos sauditas piden que se lleve a cabo una intervención de última hora que logre salvar la vida de estas personas.
Arabia Saudita es uno de los pocos países que continúan condenando a muerte o ejecutando a menores, pese a las denuncias de organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional.