Según los testigos, lo primero que llamó la atención de los viandantes fue el desgarrador grito de una mujer. La suicida, en el octavo mes de embarazo, desesperada porque su novio la abandonó y dejó de contestarle el teléfono, estaba en la cornisa de la ventana de un noveno piso dispuesta a arrojarse al vacío, por lo que los conmocionados vecinos de Jinhua decidieron llamar inmediatamente a la Policía y a una ambulancia.
Mientras algunos de los transeúntes trataban de brindarle apoyo psicológico y disuadirle de que llevara a cabo esa acción, los bomberos desplegaron una cama elástica para amortiguar su aterrizaje en caso de que la joven saltara desde la ventana.
Unos segundos antes de la posible tragedia un policía agarro el traje de la mujer y la arrastró así a un lugar seguro. Posteriormente se supo que la joven estaba embarazada de gemelos.
No se trata de la primera vez en que policías chinos salvan en el último momento a una persona que está a punto de dar este paso desesperado. Así, en marzo de 2012, una cámara de seguridad filmó el momento en el que un oficial de policía salvaba a una mujer joven que estaba a punto de saltar con su bebé del puente de Guanghua.
Mientras el policía sujetaba a la mujer desesperada, los transeúntes se abalanzaron y le arrebataron al niño de sus brazos.