El pastor sintió que algo andaba mal cuando vio a la mujer en el jardín comprobando el estado en que se encontraba el arma y luego apuntándola hacia sí misma.
En el momento en que apretó el gatillo, el perro saltó al arma, cambiando así la trayectoria del disparo.
Según los periodistas, el objetivo del disparo era el cuello o el corazón, pero gracias a la reacción del perro, la mujer sólo recibió una herida poco grave en el pecho y fue hospitalizada.
La Policía francesa dice que el perro "sintió la intención" de su dueña y por ello saltó hacia el arma.