El procedimiento consiste en lo siguiente: los terapeutas aplican una toalla empapada en alcohol y un "elixir especial" a la piel antes de prender fuego en la zona. A continuación las llamas se propagan por las áreas donde se aplicó el 'elixir'.
El tratamiento estimula la piel, es antiarrugas y ayuda a combatir la flacidez, afirma el diario ‘Huffington Post’.
Según los salones de belleza chinos, se trata de un procedimiento seguro siempre y cuando se lleve a cabo cuidadosamente y lo realice un terapeuta profesional. Además, como muestra el siguiente vídeo, puede también llevarse a cabo en otras partes del cuerpo, como por ejemplo, la espalda.