Con un tamaño de hasta 3 metros y dientes afilados, el tiburón mako puede acechar a sus presas a velocidades hasta 100 kilómetros por hora. Se han registrado ataques a humanos de esta especie en varias ocasiones.
Pero Gerardo del Villar se ha propuesto echar por tierra la mala fama de estos tiburones, y para ello ha tomado estas fotos impresionantes del escualo sin la protección de una jaula. Su objetivo: salvar a la especie de la sobrepesca.
"Quiero demostrarle al resto del mundo que los tiburones no son máquinas de matar y contribuir a la creación de una cultura que proteja a las diferentes especies", afirma Villar en su sitio web, subrayando que "los tiburones son predadores erróneamente considerados como asesinos".
A principios de este mes, científicos estadounidenses afirmaron que los tiburones se encuentran al borde de la extinción debido a la pesca excesiva y a la degradación de sus hábitats, razón por la que cada año mueren hasta 100 millones de ejemplares.