Napier, arzobispo de la ciudad sudafricana de Durban y uno de los cardenales que eligió al papa Francisco, dijo que conocía a dos sacerdotes que habían abusado de niños porque fueron víctimas de abuso sexual en su infancia.
"No me digan que estas personas son penalmente responsables igual que alguien que escogió hacer eso", dijo Napier. "No creo que se pueda decir que esta persona merece ser castigada cuando ella misma fue herida", añadió.
A principios de 2000, Napier fue criticado por su pasividad frente a un escándalo de curas pederastas, al negarse a expulsar a los culpables de la Iglesia sudafricana.