En un tribunal, el policía Pedro Serrano presentó una grabación que hizo en secreto durante la conversación con su jefe, el subinspector Christopher McCormack, mientras este le ordenaba aplicar en su trabajo esta práctica discriminatoria.
Según la grabación, McCormack pidió a Serrano que parara solo a “las personas adecuadas”. Cuando el agente le preguntó si con eso quería decir que tenía que parar a cada latino y afroamericano, el subinspector contestó que no tenía “ningún problema en decir que se trata de hombres de raza negra de 14 a 21 años de edad”.
Pese a ello, durante el contrainterrogatorio, la abogada de la ciudad Brenda Cooke obligó a Serrano admitir que McCormack no mencionó en ningún momento que ordena parar y cachear a todos los hispanos y afroamericanos sin excepción.
El pasado 19 de marzo, un tribunal de EE.UU. emprendió un proceso judicial contra la Policía de Nueva York después de que el Centro por los Derechos Constitucionales presentara una demanda colectiva contra la práctica conocida como 'Stop and Frisk’ ('parar y cachear') para poner fin a la discriminación racial en los registros policiales.
En la última década, la Policía neoyorquina llevó a cabo cinco millones de detenciones y cacheos. En 2011, 684.330 personas fueron detenidas e interrogadas por los agentes de la ciudad. El 87% de ellas eran latinos y afroamericanos.
Durante el proceso, que se espera que se prolongue por más de un mes, testificarán cerca de una docena de latinos y afroamericanos que declaran que fueron parados por los uniformados sólo por su raza. Agentes y criminólogos que estudian las estadísticas de esta práctica policial también ofrecerán su testimonio durante el juicio.