Roma abre la última 'catacumba' del fascismo: el bunker secreto de Mussolini

Dos años después de su hallazgo en Roma, el último búnker de Benito Mussolini se abre al público. La celda de hormigón armado de 80 metros servía de refugio al aliado de Hitler durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
El búnker fue descubierto por la superintendente de la ciudad, Anna Imponente, y el arquitecto Carlo Serafini mientras supervisaban las obras de reconstrucción del Palazzo Venezia, en el centro histórico de Roma. 

El refugio subterráneo se encuentra en el recinto que albergaba las oficinas de Mussolini y desde el que pronunció algunos de los discursos más importantes al pueblo.

 

Durante las obras Serafini e Imponente notaron la presencia de una trampilla de madera en el suelo que les condujo hasta el búnker situado a unos 50 metros bajo tierra.

 

"Cuando vimos el concreto, todo nos quedó claro. Es el duodécimo búnker de Roma, el último búnker de Mussolini. Las paredes descansan sobre los cimientos de una antigua torre y presentan en algunos lugares casi dos metros de espesor", dice Serafini.  

"Es muy probable que haya sido diseñado para el propio Mussolini y otra persona; probablemente su amante Claretta Petacci", sugiere el arquitecto.