Estaba acostada en el ataúd con su muñeca favorita sobre el vientre en medio de decoraciones fúnebres y los invitados que se acercaron a expresarle su ´pésame´.
Se me ocurrió que la gente presta tanto tiempo y esfuerzo a los que fallecen, y los últimos no pueden apreciarlo”Al cabo de una hora Zeng, de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, se levantó para reunirse con los vivos.
“Se me ocurrió que la gente presta tanto tiempo y esfuerzo a los que fallecen, y los últimos no pueden apreciarlo”, afirmó Zeng.
La estudiante explicó que experimentar 'la muerte' le ayudó a estimar más la vida.
Recientemente la joven asistió al funeral de su abuelo, lo que le produjo una fuerte impresión e inspiró la idea de organizar su propia capilla ardiente.