Se trata de cientos de millones de libras esterlinas desviadas, afirma el rotativo. El Gobierno del Reino Unido se muestra preocupado por la situación y está conformando una red de controladores de la distribución de la ayuda.
Una unidad especial coordinadora dedicada a este asunto incorporará a 90 empleados. Trabajarán en estrecha cooperación con la Coalición Nacional Siria, un grupo de líderes de la oposición siria reconocido por varios países europeos.
Actualmente las autoridades y los organismos no gubernamentales británicos hacen una considerable aportación en el abastecimiento de los grupos armados con todo lo necesario, excluido (a nivel oficial) el envío de armamento. También suministran alimentos a la población en territorios controlados por los rebeldes.
“Cualquier cosa que queramos, los británicos nos la dan”, admitió Anuar Banoud, uno de los coordinadores citados por 'The Telegraph'.
El entrenamiento de la unidad especial británica puede estar vinculado a las recientes declaraciones del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, sobre sus planes de reanudar la entrega de armas a las fuerzas antigubernamentales en Siria.
En particular, amenazó hace un mes con vetar la prórroga del embargo europeo a este tipo de suministros cuando se plantee en junio una próxima votación al respecto.