Sus autores son expertos procedentes de la empresa agrícola estadounidense ProfitPro, que colabora con la compañía canadiense De Dell Seed Company, la única del país que produce maíz natural.
Según el análisis, el maíz transgénico contiene 19 veces más glifosato de lo permitido en el agua potable en EE.UU. y representa 130 veces más riesgo de provocar daños en los órganos de los animales.
Además, este maíz contiene volúmenes peligrosamente altos de cloruro y formaldehído, hasta 200 veces más de lo permitido.
Los científicos explican que con el uso de glifosato, empresas agrícolas grandes como Monsanto no solo aumentan las cosechas, sino que empobrecen las plantas. "El glifosato es un potente quelante de fosfato orgánico que inmoviliza minerales cargados positivamente, tales como manganeso, cobalto, hierro, zinc, cobre, etc., que son esenciales para las funciones fisiológicas normales en los suelos, las plantas y los animales", explica el experto independiente Don Huber, famoso por su lucha contra Monsanto.
Según los resultados del estudio, el maíz natural es 20 veces más rico en nutrientes, calorías y proteínas. Por ejemplo, es 46 veces más rico en magnesio y 12 veces más rico en calcio.
Monsanto proclama que sus productos son “sustancialmente equivalentes” a los naturales. Mientras tanto, algunos países han cerrado sus puertas a los cereales de esta empresa, por ejemplo, Rusia en 2012.