Un hombre de 58 años oriundo de Suecia tuvo que superar una dura prueba de supervivencia al quedar encerrado en un ascensor de su propio hotel en los Alpes austríacos.
Thomas Fleetwood, el propietario del hotel Eden, situado en la estación de esquí de Bad Gastein (cerca de Salzburgo), pudo sobrevivir cuatro días atrapado en un ascensor estropeado sin comida, agua ni calefacción, escribe el periódico 'Austria Times'.
El incidente ocurrió cuando el hombre terminó un recorrido por su hotel y, cuando ya estaba bajando del quinto piso a la planta baja, el ascensor se estropeó. El hotelero no pudo llamar por ayuda porque vive solo en el edificio y había dejado el teléfono móvil en la oficina.
Para conseguir aire rompió un pequeño panel de cristal de la puerta del ascensor. Luego trató de romper el techo de la cabina, pero no tuvo éxito.
Entonces el hombre se acordó de las habilidades adquiridas durante su servicio militar. "No me dejé vencer por el pánico y empecé a hablar conmigo mismo, haciendo planes para el futuro", contó más tarde a los periodistas.
Al cuarto día, un conocido de Fleetwood, su proveedor de pan, notó que en la entrada del hotel se había acumulado mucha correspondencia. Sospechando que algo raro pasaba abrió la puerta con la llave de repuesto y encontró al 'preso' en el ascensor. El equipo de rescate no tardó en llegar.