Sociedad
Un hombre se salva con sus propias manos de ser devorado por un cocodrilo
Un pescador francés ha resultado leves tras ser atacado por un cocodrilo de estuario de unos 2,5 metros en la norteña localidad de Nhulumbuy, en Australia.
Yoann Galeran, de 29 años, se encontraba con sus amigos en un club náutico cuando decidió nadar unos 20 metros para alcanzar una pequeña lancha.
"Probablemente estaba a unos cuatro o cinco metros de la lancha, pero de repente sentí como si me estuvieran golpeando con unas rocas en la cabeza y que había algo muy fuerte. Fue entonces cuando me di cuenta de que se trataba de un cocodrilo", sostuvo Galeran a la cadena local ABC.
El hombre asegura que su instinto de supervivencia le permitió luchar contra el animal, que —subraya— ya le había golpeado en varias partes de cuerpo con su cola y extremidades e intentaba llevarlo hasta el fondo del río. Los puñetazos y patadas de Galeran le permitieron escapar de las fauces del cocodrilo, que ya había sido visto en las últimas semanas por los alrededores de Nhulunbuy.
Varias personas ayudaron a salir del agua al pescador francés, que tenía la cara ensangrentada, y lo llevaron para que fuera atendido de las diversas heridas en la espalda, cuello y cabeza. Afortunadamente, el diagnóstico resultó no ser de gravedad.
Los cocodrilos de estuario son conocidos por sus feroces ataques, algunos de ellos mortales, y abundan en la región tropical del norte australiano después de que fueran declarados especie protegida en 1971.
"Probablemente estaba a unos cuatro o cinco metros de la lancha, pero de repente sentí como si me estuvieran golpeando con unas rocas en la cabeza y que había algo muy fuerte. Fue entonces cuando me di cuenta de que se trataba de un cocodrilo", sostuvo Galeran a la cadena local ABC.
El hombre asegura que su instinto de supervivencia le permitió luchar contra el animal, que —subraya— ya le había golpeado en varias partes de cuerpo con su cola y extremidades e intentaba llevarlo hasta el fondo del río. Los puñetazos y patadas de Galeran le permitieron escapar de las fauces del cocodrilo, que ya había sido visto en las últimas semanas por los alrededores de Nhulunbuy.
Varias personas ayudaron a salir del agua al pescador francés, que tenía la cara ensangrentada, y lo llevaron para que fuera atendido de las diversas heridas en la espalda, cuello y cabeza. Afortunadamente, el diagnóstico resultó no ser de gravedad.
Los cocodrilos de estuario son conocidos por sus feroces ataques, algunos de ellos mortales, y abundan en la región tropical del norte australiano después de que fueran declarados especie protegida en 1971.
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