Hendrix se estaba duchando cuando su hijo entró corriendo al baño y le dijo que en la casa de al lado una mujer pedía socorro a gritos. Según comenta en sus entrevistas a numerosos medios de comunicación, Kent Hendrix rápidamente se puso algo de ropa y agarró su espada samurái, la única 'arma' que había en casa.
El estadounidense, instructor de artes marciales y poseedor del cinturón negro de cuarto grado, detalla que tiene la espada, de una hoja de acero de 75 centímetros de longitud, desde los 17 años. Con la espada en la mano, Hendrix irrumpió en la vivienda de la mujer atacada y amenazó al ladrón. En el mismo momento en que él entró en escena, llegaron también a la casa otros vecinos. El agresor inmediatamente corrió hacia su coche y huyó.
Este mismo día el delincuente frustrado se presentó en una comisaría local. El hombre, que se identificó como Grant Eggertsen, no precisó por qué había decidido entregarse a la Policía, pero los residentes del área especulan que el susto que se llevó al ver la espada podría tener mucho que ver en su decisión. Eggertsen quedó arrestado bajo las acusaciones de intento de robo y violación de la propiedad privada.