Los padres cogieron el bebé y fueron a otro hospital. "No quiero que mi bebe sea tratado en un hospital del que no me fío", comenta la madre.
"Dijeron que estaba muriendo en nuestras manos"
En otro hospital curaron al bebé y le dieron el alta. Mientras la familia estaba en el segundo hospital, la Policía fue a buscarlos. "Nos dijeron que en Sutter les habían contado un montón de cosas malas de nosotros, que el niño estaba muriendo en nuestras manos", cuenta Anna.Los policías se marcharon al ver la nota del doctor del segundo hospital que decía: "El niño estará fuera de peligro en casa con sus padres". Pero solo un día después aparecieron en su casa con agentes del Servicio de Protección de Menores que reclamaron el bebé.
"Fuerte negligencia"
Los oficiales de protección de menores comentaron que le habían indicado que el niño era víctima de una "fuerte negligencia"."Es totalmente sorprendente que el Gobierno pueda quitarle un niño a su familia aun cuando el doctor asegura que el niño no corre peligro", comenta Joe Weinberger, el abogado de los Nikoláyev.
Actualmente han permitido que la madre vea a su hijo, pero solo por una hora. El juicio que estudiará su caso está previsto para el 28 de abril.