Smead, una católica devota de 70 años, ha sido ordenada este sábado por la Asociación disidente de Mujeres sacerdotes católicas romanos en Louisville, Kentucky, en un santuario protestante.
“Es un palo de intimidación medieval que los obispos usan para mantener el control sobre las personas y para mantener las voces de las mujeres en silencio. Yo estoy mucho más allá de dejar que los hombres octogenarios nos digan cómo vivir nuestras vidas,” citó a Smead la agencia Reuters.
Por su parte, el obispo de Louisville calificó la ceremonia de "ordenación simulada" que entra en contradicción con la doctrina católica.
La ordenación de mujeres como sacerdotes, junto con los problemas de los sacerdotes casados y el control de la natalidad, es motivo de una de las grandes divisiones entre los católicos EE.UU. y el Vaticano. El 60 por ciento de los católicos de EE.UU. cree que las mujeres deben tener derecho a ser ordenadas sacerdotes, según los sondeos de 'The New York Times'.