En su última misa celebrada este domingo ante cientos de fieles, el sacerdote, conocido por sus feligreses como el padre Beto, proclamó que "Jesús amaba a todos los seres humanos", independientemente "de su condición social, de su raza y de su sexualidad".
Según la agencia Folha, al final de la misa, que fue oficiada en una pequeña iglesia de la localidad de Bauru, en el estado de Sao Paulo, los fieles lo aplaudieron de pie y muchos lloraron por su renuncia.
El padre Beto, de 48 años, generó malestar en el clero cuando hace dos meses apareció en Internet un video donde criticaba el "dogmatismo" de la Iglesia y afirmaba que "es posible que dos personas del mismo sexo se amen".
Sus opiniones sobre la homosexualidad no fueron toleradas por el obispo de la diócesis de Bauru, que le exigió "reconocer su error" públicamente, lo que se negó a hacer. El padre ya era considerado un rebelde debido a su costumbre de frecuentar bares y usar camisetas con imágenes ‘rockeras’ o del ‘Che’ Guevara.
Francisco Daniel declaró a Folha que este lunes hará la renuncia formal ante sus superiores y que aún no ha decidido sobre su futuro. Asimismo, dijo que no piensa perder el contacto con los fieles de Bauru, con quienes pretende organizar grupos de oración.