La hija, que en un principio abortó a los 14 años de edad, se quedó embarazada y dio a luz finalmente a los 16, tras ser inseminada en múltiples ocasiones con esperma comprado en Internet por su “dominante” madre, según 'The Guardian'.
La identidad de la madre (que había adoptado niños extranjeros en tres ocasiones y lo había intentado una cuarta vez que le fue denegada, por lo que supuestamente puso en marcha el macabro plan) se ha mantenido en secreto para preservar, a su vez, la de la hija y del bebé.
"Aunque estaba previsto que el programa [de inseminación artificial] comenzara cuando [la hija] tenía 13 años, comenzó finalmente cuando ésta tenía 14 y terminó cuando quedó embarazada a los 16 años”, revela la sentencia.
Según 'The Guardian', la verdad sólo se descubrió cuando la niña dio a luz. Las matronas dieron la voz de alarma, revela el periódico, cuando la madre se puso "agresiva” al tratar de impedir que su hija diera de mamar al recién nacido y ante la renuencia de la hija a entregar el bebé a su madre.
De acuerdo con la fuente, la madre había “aislado a la familia”, ya que los niños fueron escolarizados en casa y el padre adoptivo de los dos mayores “no sabía dónde vivían sus hijos” y no los había visto en los últimos 10 años.
Por su parte, según el juez que lleva el caso, aunque la hija no quería participar en dicho plan, ésta “confesó estar demasiado asustada para decir que no”.
El fallo de la sentencia, anteriormente secreto y hecho público hoy, revela los detalles de este estremecedor caso, que plantea serias dudas sobre las lagunas existentes en las leyes sobre adopciones internacionales y sobre la regulación del tráfico global de gametos.