El conductor de este controvertido espacio es Thomas Blachman, un músico célebre en el país y ex jurado de la edición danesa de ‘X Factor’, que junto a sus invitados no dudan en juzgar, ya sea con elogios o críticas a viva voz, los cuerpos de las modelos que se someten a tal situación y a quienes además no se les permite hablar.
“El cuerpo de una mujer está sediento de las palabras de un hombre”, clama Blachman en uno de los episodios. “¿Cómo es que tienes a esta (…) trabajando para ti?”, pregunta un invitado. “Oh, que pezones tan animados”, dicen en otro.
El papel de las mujeres en este programa consiste en entrar a un estudio apenas iluminado, en el que el conductor y su invitado han tomado asiento, donde se sacan la bata y quedan totalmente expuestas a sus ojos y comentarios.
En tanto, intelectuales y varias organizaciones acusan al programa de sexista y humillante para las mujeres, por lo que han pedido que lo saquen del aire “antes que llegue más lejos”.
Sin embargo, Blachman se defiende argumentando que su intención es “romper tabúes” y hacer un espacio en el que se pueda comentar el físico de las mujeres sin caer en la pornografía.
“Eso es basura”, responde Knud Romer, un escritor que se suma a las críticas. “Se parece más a un club de 'striptease' privado, que lo único que hace es establecer los conceptos clásicos de la dominación masculina”, sentencia.