Las galletas Choco Pie son un importante instrumento de cambio de mentalidad”
Los bizcochos llegaron a Corea del Norte a través del complejo industrial Kaesong, el único lugar en el país donde los obreros norcoreanos trabajaban para empresas surcoreanas hasta hace unas semanas, cuando el personal fue evacuado ante un eventual conflicto militar entre los dos países.
Como las pagas extra en dinero efectivo estaban prohibidas en el complejo, los empleados surcoreanos de Kaesong crearon un sistema de incentivos informal estimulando a los obreros con café y fideos instantáneos o dulces. Así, las galletas Choco Pie se hicieron tan populares que fuera de Kaesong su precio aumentó llegando a multiplicarse por tres y por cuatro.
"El hecho de que sean de Corea del Sur es, probablemente, parte del encanto. Los norcoreanos no tienen muchas opciones como consumidores", señala por su parte Sokeel Park, director de investigación de la organización Liberty in North Korea.
Por otro lado, las cosas parecen estar cambiando desde 2012, cuando el nuevo mandatario norcoreano, Kim Jong-un, anunció el fin de la austeridad, según AP, la única agencia occidental con una oficina en Pyongyang.
De hecho, la transformación ya se nota en la capital norcoreana, especialmente en el centro de la ciudad, gracias a la construcción de nuevos restaurantes y tiendas donde se venden productos importados como Coca-Cola, vinos o chocolates.