Ambas se conocieron cuando el padre de la niña, Barry Bland, que es fotógrafo, la llevó al Instituto de las especies silvestres raras y en peligro de extinción en la Florida. Rishi y Emily de inmediato se hicieron amigas.
En aquel momento Emily, que tenía dos años de edad, era significativamente más alta y más grande que Rishi. La niña cuidaba a su amiga, hacían 'picnics' y, sobre todo, jugaban mucho.
"Esta es una hermosa historia moderna del libro de la selva", opinó el profesor Bahagavan Antle, pero agregó que los orangutanes se desarrollan muy rápido. "Rishi no es agresiva, pero puede dañar a la chica sin querer", explicó.
A pesar de que Emily tiene que separarse de su amigo, la niña no se desanima porque Rishi ya sabe cómo usar una computadora y, por lo tanto, podrán verse a través de una cámara web.