Los hombres, procedentes de Asia y el norte de África, estuvieron implicados en violaciones, prostitución y el tráfico de menores de 11-15 años entre el 2004 y 2012.
Durante el proceso, que comenzó el año pasado en el tribunal penal londinense Old Bailey, se supo que estos hombres captaban a menores vulnerables -de familias desestructuradas o que vivían en casas de acogida- y las drogaban para explotarlas sexualmente.
Las seis víctimas, la mayoría de las cuales ahora son mayores de edad, explicaron en el juicio las vejaciones, amenazas y palizas a las que fueron sometidas y relataron cómo se las obligó a realizar actos sexuales con multitud de hombres en citas organizadas por la banda.
Las menores, a quienes se mantenía dependientes de las drogas al tiempo que les entregaban regalos para mantener su confianza, acusaron también a la Policía de haber ignorado sus denuncias cuando en alguna ocasión pudieron escaparse a una comisaría.
Tras haber sido hallados culpables, los acusados, que negaron los cargos, permanecerán en prisión preventiva hasta ser sentenciados el próximo mes.