El Vaticano indicó en un comunicado que el sacerdote, de 75 años de edad, abandonaría su país durante algunos meses, sin especificar adónde se dirigiría.
"Su eminencia el cardenal Keith Patrick O'Brien, arzobispo emérito de Saint Andrews y Edimburgo, se irá de Escocia por las mismas razonas por las que decidió no participar en el cónclave, es decir, para dedicar unos meses a la renovación espiritual, la oración y la penitencia", reza el comunicado, que no da detalles sobre si la decisión fue impuesta por el Vaticano como castigo o si la tomó voluntariamente el propio cardenal.
Sin embargo, en el pasado el Vaticano ya había impuesto en varias ocasiones castigos de "oración y penitencia" a los curas 'descarriados', lo que sugiere que en este caso también podría tratarse de un castigo.
Asimismo, el comunicado subrayó que el futuro de O'Brien permanecerá en las manos del Vaticano y todas las decisiones al respecto "se acordarán con el santo padre".
El pasado mes de febrero, el cardenal Keith O'Brien, que entonces aspiraba al papado, dimitió tras ser acusado de mantener un "comportamiento inapropiado" con tres curas y un ex sacerdote.
La primera de las acusaciones se remonta al año 1980. Un seminarista que entonces contaba con 20 años y estudiaba en el seminario de Saint Andrews, del que O'Brien era rector y director espiritual, asegura que este intentó mantener contactos sexuales con él después de una de las oraciones nocturnas.