El niño necesita un cuidado constante, por lo que la madre de los chicos tiene que estar todo el día a su lado, y el único ingreso de la familia es la pensión estatal.
Para recaudar el dinero necesario para los medicamentos y la cirugía de su hermano pequeño, Liana tomó una decisión adulta y se puso a trabajar.
“Reparto los periódicos para ayudar a mi hermanito. Cada centavo se lo doy a mi mamá. No gasto en dulces”, confesó la chica, citada por el diario ruso 'Life News'.
La pequeña empieza cada su día recogiendo folletos que dejan en los buzones de los edificios en su barrio, para ofrecerlos luego a la gente en una carretera cercana.
Cada centavo se lo doy a mi mamá. No gasto en dulces”
“Al principio, me sorprendió este acto, pero no conseguí convencer a mi niña que dejara esta ocupación”, cuenta Ekaterina, la madre de Liana. “Este negocio, si se lo puede llamar así, trae un pequeño ingreso. Cada uno da lo que puede”, dice.
En la guardería de los chicos contaron que los asistentes sociales trabajan cada día con Alexéi y le enseñan a hablar con claridad, leer, escribir y memorizar poemas cortos. Sin embargo, el niño está recibiendo constante tratamiento médico y la familia necesita ayuda financiera.