La niña, que asistió a la asamblea con su madre, activista de Corporate Accountability International, una organización que vela por la salud pública en EE.UU., arremetió sin pelos en la lengua contra el ejecutivo:
"Estaría bien que dejara de engañar a los niños para que siempre tengan ganas de comer su comida. No es justo que algunas grandes empresas hagan esto con comida que no es buena para su salud, incentivándolos con juguetes o personajes de dibujos animados", dijo.
"Si los padres no enseñan a sus hijos a alimentarse de manera saludable, entonces a los niños les gusta la comida basura solo porque sabe bien. [… ] Sr. Thompson, ¿no quiere que los niños estén sanos y vivan felices muchos años?", volvió a atacar.
Don Thompson, algo sorprendido, respondió a Hannah que ellos no venden comida basura, y que también sus hijos, uno de los cuales es jugador de fútbol americano, comen en McDonald's. Además, subrayó que la empresa vende verduras, ensaladas y frutas, así como leche con chocolate desnatada.
En una entrevista posterior, la niña contó que al final del evento Don Thompson le dio la mano y la felicitó por su acto de valentía.