Los efectivos policiales hicieron uso de picanas eléctricas para dispersar a los empleados de la fábrica textil Sabina —una empresa que produce ropa para el gigante deportivo Nike—, que protestaban por sus bajos salarios.
"Había una mujer embarazada [de dos meses] entre ellos. Perdió sangre y luego perdió el bebé", contó Sun Vanny, presidente del Sindicato Libre de la empresa, que agregó que los trabajadores de las fábricas que confeccionan ropa para Nike han estado organizando huelgas y protestas desde el 21 de mayo.
La mano de obra barata ha atraído a fabricantes de ropa y zapatos de marcas occidentales a instalarse en varios países de Asia, pero las huelgas por los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo se han convertido en un común denominador.
Los trabajadores exigen que la empresa —que cuenta con más de 5.000 empleados— les aumente el salario mensual de 74 a 88 dólares para poder cubrir gastos de transporte, alquiler y costos médicos, asegura el diario en línea británico Mail Online.