Las cadenas de supermercados pagan a varios organismos de investigación para que sigan a todos sus clientes. Según los impulsores de la idea, esto ayuda a las empresas a planificar mejor la ubicación de las nuevas tiendas y a mejorar los programas de promociones.
Sin embargo, las actividades de estas tiendan recuerdan más a una especie de 'Gran Hermano' que pretende sacar más información de cada persona, incluso fuera de la tienda. Un representante de la cadena estadounidense Waitrose confesó al diario 'Rawstory' que la compañía estaba cooperando estrechamente con la agencia Beyond Analysis y le pagaba para que le diera "datos anónimos" de las transacciones con tarjeta Visa.
En este caso es casi imposible escapar del sistema. Incluso cuando el cliente no tiene tarjetas de fidelización, de todas formas sigue siendo objeto de observación ya que las tiendas tienen acceso a todas las transacciones de tarjetas de débito y de crédito, cheques y pagos en efectivo.
Las grandes marcas se rigen por una base de datos con las preferencias y el comportamiento de los consumidores que se elabora sin el conocimiento de los mismos ciudadanos. Charles D’Oyly, representante de la agencia de publicidad Valassis, aseguró que las compañías pagan "mucho dinero" para tener acceso a las investigaciones de las grandes marcas.
Al mismo tiempo, compañías como Tesco, Morrisons y Sainsbury, las cadenas de supermercados más grandes de EE.UU., insisten en que no comparten con terceros la información sobre sus clientes.