Sarah atravesaba la etapa terminal de la enfermedad de la fibrosis quística, que afectaba sus pulmones, e incluso había entrado ya en coma cuando su familia consiguió que se variara temporalmente el Sistema de Prioridades para el Trasplante, que antes no contemplaba la posibilidad de realizar un trasplante de pulmones de adultos a personas menores de 12 años.
Ahora, durante un año, los menores de esa edad estarán en la lista de prioridades común y recibirán el trasplante en función de lo crítica que sea su enfermedad.
El cambio de un sistema que la familia consideraba "injusto, arbitrario y caprichoso" dio al menos un resultado positivo inmediatamente.
El 12 de junio, el Hospital Infantil de Filadelfia, EE.UU., recibió los pulmones de una persona adulta para Sarah. La operación de trasplante duró unas seis horas y transcurrió sin complicaciones. Los pronósticos médicos para la recuperación de la niña son muy buenos, según sus padres, que dieron las gracias a la familia del donante anónimo a través de los medios locales.
El caso de Sarah tuvo un gran impacto social y en los medios de comunicación. Una petición de ayuda desplegada por sus padres en el sitio web change.org fue firmada por más de 370.000 personas.