La madrugada de este miércoles la Policía de Luisiana recibió una llamada que denunciaba la conducción imprudente de un todoterreno en una carretera interestatal.
Respondiendo a la denuncia, las autoridades detuvieron el vehículo y descubrieron que al volante se encontraba un niño de diez años.
Según un comunicado de prensa de la Policía, la abuela del menor, de 54 años, y otra mujer de 48 años de edad contaron a los agentes que habían puesto al niño al volante porque estaban bajo los efectos del alcohol.
Las mujeres fueron acusadas de contribuir a la delincuencia de un menor de edad y permitir que un conductor sin licencia condujera un vehículo a motor.
El 'conductor' y otro menor que estaba en el coche fueron entregados a otros familiares.