La actividad cultural forma parte del proyecto 'Elementos indeseables de la ciudad'. Los visitantes pueden ir observando a varios representantes de algunos grupos marginales, como ex delincuentes, vagabundos y punks entre otros, encerrados en sus respectivas jaulas como si se tratara de diferentes especies animales.
Los visitantes pueden incluso alimentar a las 'bestias' dándoles, a través de los barrotes, plátanos o bombones comprados en la entrada. Los más generosos hasta les entregan algo de dinero a los 'animales' enjaulados.
Según los autores, la exposición pretende ayudar a romper los estereotipos existentes en la sociedad y llamar la atención de los visitantes sobre los principales problemas sociales.
No obstante, los artistas reconocen que la exposición es más provocativa que informativa: los carteles con datos acerca de los 'marginales' no son tan detallados como los de un zoológico.