Según cuenta el protagonista humano de la historia, estaba caminando tranquilamente por el bosque cuando oyó un terrible rugido detrás de él. Al mirar hacia atrás, el cazador vio a dos grandes osos que corrían hacia él.
"Mi decisión de ir al bosque solo casi me costó la vida", comenta. "Me arrepentí mil veces de que no estuviera nadie a mi lado en ese momento".
El estadounidense trató de escapar subiéndose al árbol más cercano, pero uno de los osos no se rindió e intentó alcanzarlo. El oso empezó a ascender con aparente facilidad por el abeto, pero pronto perdió el interés por su posible almuerzo al no poder agarrarlo y regresó al suelo.
"Logré filmar el incidente con la cámara de mi teléfono móvil. Créanme, siempre voy a recordar este día", asegura el autor del vídeo.