"Llevamos a nuestro hijo a los mejores médicos y hospitales de Moscú y San Petersburgo, e incluso fuimos a Irán, pero siempre nos decían lo mismo: 'Es necesario amputar las piernas'. Cuando me dijeron por primera vez que mi hijo tendría que llevar una prótesis, me sentí muy mal", confiesa la madre de Kerim citada por el portal Life News.
De acuerdo con la práctica mundial, el tratamiento más habitual para estas patologías consiste en amputar las piernas y posteriormente colocar una prótesis. Pero decidimos que debíamos evitar que el niño corriera ese terrible destinoAl enterarse de que en Kurgán existe una clínica donde tratan enfermedades parecidas, los padres decidieron visitarla con su hijo. Los doctores examinaron a Kerim y vieron que la patología realmente era muy seria: le faltaban muchos de los huesos de las piernas, como las tibias, por lo que los pies estaban situados en el peroné. El niño no podía ponerse de pie y solo podía caminar arrastrándose con dificultad.
"De acuerdo con la práctica mundial, el tratamiento más habitual para estas patologías consiste en amputar las piernas y posteriormente colocar una prótesis. Pero decidimos que debíamos evitar que el niño corriera ese terrible destino", indicó uno de los médicos de la clínica, Konstantín Nóvikov.
El complejo proceso de corrección duró seis meses. Los médicos le extirparon los huesos desviados y dislocados de ambos pies y luego, con la ayuda de un aparato especial de Ilizárov, trasplantaron los pies del peroné a la tibia, creando desde cero una articulación del tobillo.
Ahora el pequeño paciente ya es capaz de permanecer en pie e incluso de dar sus primeros pasos. Todavía tiene que pasar por varias etapas del tratamiento, pero los especialistas están seguros de que todo irá bien. "Tenemos las previsiones más optimistas: salvamos las piernas del niño. El niño podrá llevar zapatos y conducir un coche, al igual que todos los demás", concluyó Nóvikov.