La abogada del joven señaló que ni el acusado ni su acompañante fueron vistos en el interior del patio por la Policía ni por nadie, por lo que el robo ni siquiera estaba probado. El joven declaró en el juicio que el menor saltó el muro para coger una pelota y que él le esperó sentado en el muro para ayudarle a salir. En ese momento llegó la Policía y luego apareció la gallina al lado de un coche.

Sin embargo, la Fiscalía y el juez consideran que se trata de un delito de robo con fuerza en las cosas, agravado por haber sido realizado en el patio de una casa habitada, según el artículo del diario 'Público'. La defensa del joven considera la sentencia "ridícula" y la condena "totalmente injusta" y presentará el recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, que tendrá la última palabra.