Video, fotos: Viaje al centro de cuatro ciudades fantasma en EE.UU.

El sitio web BuzzFeed ha publicado un video sobre ciudades fantasmas en EE.UU. con el que pretende recordar lo frágil que es en realidad la infraestructura urbana.
El abandono de pueblos y ciudades se debe tanto al cierre de minas, lo que se remonta a la fiebre del oro y el descubrimiento de metales, como a motivos de fuerza mayor, como la inestabilidad del terreno, desastres naturales o nucleares, o la guerra.



BuzzFeed nos muestra en este video cuatro ciudades fantasmas estadounidenses:

Incendio en la mina de Centralia

Si en la década de los 80 Centralia (Pensilvania) contaba con más de 1.000 habitantes, en el censo de 2010 no aparecía nadie registrado. El pueblo quedó deshabitado después de que en 1981 se incendiara una vieja mina de carbón que todavía arde bajo de la ciudad y que parece que lo seguirá haciendo por unos 250 años más. En la actualidad el pueblo ya no existe, aunque todavía quedan restos de algunos edificios.


Una ciudad bajo Seattle

En 1989 un incendio diezmó la mayor parte del centro de la ciudad calcinando la mayoría de los negocios. En la ciudad se construyeron nuevas calles dejando bajo ellas una ciudad olvidada. Algunos negocios operaban bajo el nivel de la nueva superficie hasta 1907.

El subterráneo de Seattle es una red de pasadizos en el centro de la ciudad que se ha convertido en una atracción turística en las últimas décadas.


Un pueblo bajo el agua

En 1900 el río Colorado sufrió una gran crecida y dio lugar al lago salado Saltón, ubicado en el sur de California. El agua inundó los canales de riego durante varios meses, sumergiendo hogares y granjas, anegando 1.000 kilómetros cuadrados de desierto y creando un mar interior. El cambio en la salinidad del lago provoca cada año la muerte de millones de peces.


Sin acero, no hay gente

La economía de Gary, en Indiana, se vino abajo cuando la industria del acero colapsó desencadenando una rápida decadencia urbana. Gary ha perdido el 55% de su población desde que en 1960 alcanzó su cima demográfica.  

Cerca de 6.500 de los 7.000 inmuebles que la ciudad posee en la actualidad están abandonados, y los funcionarios están pensando en subastar los edificios al precio simbólico de un dólar debido a que la ciudad carece de presupuesto para derribarlos.