"Optar entre someterse a un procedimiento de registro que es religiosa y culturalmente aberrante o renunciar a un abogado, en realidad no es una opción para musulmanes devotos como los peticionarios", dijo Lamberth.
Someterse a un procedimiento de registro que es religiosa y culturalmente aberrante o renunciar a un abogado, en realidad no es una opción
En un escrito de 35 páginas, Lamberth ordenó que los guardias de seguridad recurran al método 'tradicional' de tomar al reo por la cintura y sacudir su pantalón para desprender cualquier posible artículo de contrabando. El magistrado respondió así a la petición que presentó el abogado David Remes en nombre de varios de los detenidos para acabar con la polémica práctica.
El registro de los genitales, al parecer, era una nueva condición impuesta por un nuevo comandante del penal de la base estadounidense en Guantánamo (Cuba), a los detenidos para permitirles reunirse con sus abogados fuera de sus celdas pero en otro lugar dentro de la base. Algunos reclusos comenzaron a negarse al traslado para evitar esos registros, según denuncian los letrados.
Los abogados defensores de los reclusos argumentaron ante el juez que la intención de la práctica no era mejorar la seguridad en el centro penitenciario, sino privar a los reos del derecho a ser asesorados por sus abogados, particularmente a raíz de la huelga de hambre iniciada en febrero pasado por varios reclusos del penal.