Una serie de explosiones sacudió la capital belga la mañana del 22 de marzo de 2016, dejando decenas de muertos y heridos.
Dos explosiones se produjeron en la zona de salidas del aeropuerto Zaventem de Bruselas. Al menos otras tres explosiones tuvieron lugar en las estaciones de metro ubicadas cerca de las instituciones de la Unión Europea y de la Embajada de Estados Unidos.
Las autoridades belgas calificaron los ataques de atentados terroristas.