El 14 de enero de 2018, la coalición liderada por EE.UU. hizo pública sus planes de crear en Siria una Fuerza de Seguridad Fronteriza, compuesta en su mayoría por kurdos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reaccionó diciendo que su país puede ser el objetivo de esta fuerza, a la que tacha de un "ejército del terror" que hay que "estrangular" antes de que nazca.
Según el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, "toda esa situación ha sido mal informada y mal descrita". Pero, a pesar de estas justificaciones, Ankara amenazó con la intervención de su ejército en el noroeste de Siria, concretamente en las regiones de Manbij y Afrin. Además, esta semana las autoridades turcas ya han desplegado misiles Tomahawk en su frontera con Siria.