El 13 de octubre de 2018, unos 1.600 hondureños conformaron una caravana terrestre rumbo a EE.UU., a la que se sumaron guatemaltecos y salvadoreños con el fin principal de escapar de la pobreza y la violencia en sus países. Días después de cruzar la frontera entre Guatemala y México, la caravana sumaba cerca de 7.000 personas. El presidente Donald Trump anunció el envío de cientos de militares a la frontera y señaló que su país nunca aceptará a quienes ingresen ilegalmente a su territorio.