Desde principios del pasado junio Hong Kong se ha visto envuelto en protestas multitudinarias. Las manifestaciones tuvieron su origen en un polémico proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde el territorio autónomo a la China continental para ser juzgados. A pesar de que este proyecto de ley fue posteriormente retrasado por tiempo indefinido, los hongkoneses continúan saliendo a las calles para exigir reformas gubernamentales. Se estima que más de un millón de personas han participado en las protestas desde su inicio. Algunas jornadas acabaron en disturbios con heridos y detenidos.
Pekín, por su parte, advirtió que el Ejército Popular de Liberación podría ser desplegado en Hong Kong si el gobierno local lo solicita con el fin de mantener el orden público en la región. Además, el Ministerio de Exteriores chino afirmó que Estados Unidos está directamente implicado en los disturbios y subrayó que su Gobierno nunca tolerará la injerencia de otros países en la situación interna de China, incluido la de Hong Kong, definida como una parte inalienable del país.