Las primeras protestas en Ucrania estallaron en noviembre de 2013 cuando el Gobierno se negó a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. El 22 de febrero el Parlamento del país destituyó al presidente Yanukóvich, cambió la Constitución y convocó elecciones anticipadas. Varias áreas del este y el sur de Ucrania no reconocieron la legitimidad del Gobierno autoproclamado de Kiev y con protestas multitudinarias reivindicaron la federalización del país. Para aplacar las protestas en la región, el nuevo Gobierno envió al Ejército. La operación especial de Kiev llevó a duros enfrentamientos contra las autodefensas de la región.