El conflicto entre el Gobierno sirio y los opositores al presidente Bashar al Assad se desató en marzo de 2011. Las revueltas sirias comenzaron como protestas pacíficas pero no tardaron en teñirse de sangre. Las autoridades acusan a las fuerzas externas de apoyar con armamento y financiación a grupos terroristas, mientras la oposición denuncia que el Ejército de Al Assad mata a civiles. A raíz de un ataque con gas tóxico ocurrido el 21 de agosto de 2013, que los países de Occidente han atribuido a las fuerzas gubernamentales, EE.UU. se preparó para un posible ataque contra territorio sirio. Gracias a la propuesta rusa a Siria para que entregue su arsenal químico bajo control internacional, se abrió de nuevo la posibilidad de una salida diplomática del conflicto. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 27 de septiembre por unanimidad la resolución, acordada por Rusia y EE.UU. para eliminar las armas químicas en Siria.