En los últimos años Irán venía siendo sometido a una creciente presión internacional por su polémico programa nuclear. EE.UU., Israel y sus aliados sospechan que Irán se vale del programa para encubrir la fabricación de armas nucleares en secreto. La República Islámica rechaza estas acusaciones y defiende los fines pacíficos de su programa, tachando las sanciones occidentales de ilegales e infundadas. El 24 de noviembre de 2013 el Sexteto e Irán alcanzaron en Ginebra un acuerdo histórico. La comunidad internacional acepta la necesidad de reconocer el derecho de Irán a enriquecer uranio y ha acordado atenuar las sanciones contra Irán para los primeros seis meses que esté vigente el acuerdo a cambio de que la republica cumpla con las condiciones del acuerdo.