Científicos del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. han establecido que durante el embarazo a través de la placenta puede transcurrir el movimiento de las células inmunes, que pueden dividirse y establecer líneas celulares a largo plazo, permaneciendo inmunológicamente activas incluso décadas después del parto, informa NCBI.
En este estudio, los investigadores encontraron células "masculinas", que contienen el cromosoma Y, en el cerebro y la sangre de mujeres después del embarazo. Aún se desconoce qué función específica desempeñan las células del feto en el cuerpo de la madre, pero los investigadores creen que pueden influir en el sistema inmune y fomentar la reparación de tejidos.